VULNERABILIDAD

La vulnerabilidad se puede relacionar directamente a lo que se refiere en debilidad o mostrarse expuest@ ante algo o alguien. Hay tres aspectos que pueden darse a entender sobre el tema. El primero es el nacimiento, es decir, una vez que alguien venga al mundo será expuesto a su alrededor. El segundo es el amor, que se comprende sabiendo que se tienden a agitar emociones y/o pensamientos al hablar sobre la persona a la que se le da este elemento. Y el tercero es acerca de la muerte: se sabe que los seres humanos son mortales, y es que es su primera vulnerabilidad, pero no se refiere solamente en el aspecto físico, sino por la consciencia que se tiene al saber que se pasa por ésta. Todas las personas saben que algún día llegarán al final de la vida, pero no lo recordarán o sufrirán por ello todos los días, por lo que ningún individuo llega a sentirse como mortal sino como inmortal.

Algunos pueden tratar de evadir la vulnerabilidad evitando emociones y sentimientos en los que creen que los pueden dejar en esa condición, como se menciona en la conferencia de Brené Brown (académica y escritora estadounidense). Es decir, insensibilizarlas. Pero en realidad una persona no debe hacer eso selectivamente, porque si las evita, también puede evitar o insensibilizar igualmente las emociones positivas. Si se trata de insensibilizar selectivamente el dolor, miedo o vergüenza, posiblemente también ocurra lo mismo respecto a la alegría o el amor.

También cabe mencionar que la vergüenza es la primera fuente de vulnerabilidad del ser humano, que se puede referir, según Brown, al miedo de ser o no dign@ a alguna “conexión”, es decir, pertenecer o ser parte de algo, pero para eso hay que dejarse ver en las personas, ser vulnerables. Esto también tiene que ver con la dignidad, porque también se llega a cuestionar si se merece la conexión o pertenencia, que aplica de igual manera que con el amor, si se llega a ser digno/a de este o no.

La resignificación lleva un papel importante en el tema, porque consiste en darle un nuevo concepto a el dolor y temor, que dan importancia y lugar a la vulnerabilidad, es decir, que dejen de ser elementos que la “alimenten” y se transformen en otra cosa o se miren con otra percepción. Aquellos elementos que son de vulnerabilidad para uno se pueden resignificar para que dejen de vulnerar a la persona, en vez de insensibilizarlos, ya que, como se mencionó antes, podrían terminar insensibilizando otras emociones o sentimientos.

-Ana Lucía Gutierrez