diálogo orante
- 4D
- 26 may 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 29 may 2018
Por César Garza Martínez

El dialogo orante se define como el darte un espacio en tu día para escucharte a ti mismo, preguntarte cómo te sientes, cómo te sentiste, qué hiciste, etc.
Estamos acostumbrados a hablar solamente hacia afuera, en ocasiones le contamos todo a otra persona o le hacemos preguntas a ajenos, sobre los propios sentimientos o buscando respuestas que al simplemente hablar con nosotros mismos encontraríamos. Sin embargo no consideramos la posibilidad de hablar con nosotros mismos, lo cual resulta irónico pues somos la persona que más nos conoce.
Llenamos nuestra necesidad de comunicación solamente haciéndolo con otras personas, en vez de comunicarnos con nosotros mismos. Actualmente es común ver a personas que parecen no soportar el silencio, que necesitan llenarlo con parloteo, risas, música, etc. Y esto puede ser otro reflejo del cómo nos da incluso miedo quedarnos solos con nosotros mismos, nos da miedo lo que nuestra voz interior nos pueda decir, así que la callamos.
Pero, ¿por qué no darnos un momento para conversar con nosotros?
La escucha es parte también de cualquier diálogo, y aunque también seamos capaces de escuchar a los otros, no nos escuchamos a nosotros mismos, y cuando nuestra mente no es escuchada, hace que el cuerpo lo demuestre, manifestándose de distintas maneras. A veces es mejor hablar contigo mismo que con los demás porque así te permites conocerte y darte un tiempo de cuidado propio. Las conversaciones con uno mismo deberían ser como cualquier otra, pueden ir desde conversaciones simples, preguntarse cómo fue el día de hoy, hasta adentrarse más y preguntar por nuestros sentimientos. Una actividad para iniciar esta conversación interna, puede ser el hablar solo, sin embargo, en voz alta, haciéndose preguntas y contestándolas, forzando el diálogo orante, para que se pueda volver algo natural.
Es necesario hacer una reflexión personal por lo menos una vez al día, pues de esta manera podemos entrar en contacto con nuestros sentimientos y tener un momento de paz interior, para después continuar con nuestras tareas diarias. También podemos hacer una reflexión posterior, en la que responderíamos preguntas como ¿Qué siento al escucharme?, ¿Qué calidad percibo en la conversación?, ¿Cómo está mi vida interna hoy? y ¿Cómo creo que podría mejorar?

Primero ámate a ti mismo, libera tu culpa, tu culpa ha de ser tu responsabilidad. Perdona todas tus faltas y perdona a los demás con todo tu corazón. Cuida tu salud, tu cuerpo, tu presencia, sé amable y afectuoso contigo mismo. Ocúpate de ti, de tu orden, de tus asuntos. Busca dentro de tu interior, allí está tu ser, salúdalo. Conversa contigo para conocer tus metas. Siempre se puede comenzar; comienza hoy.
Armoniza tu equilibrio emocional.
Libera de ti el miedo, el rencor, el resentimiento, la tristeza, el orgullo, la arrogancia, la ira, el enfado, la culpa, el odio, la envidia, el egoísmo. Trata de enmendar tus errores, tus aptitudes negativas acéptalas y trata de superarlas.
Siémbrate la alegría, la paz, la tranquilidad, la resignación, el optimismo, la armonía, la generosidad, la sencillez, la benevolencia, la aceptación de lo que no puedes cambiar y riega todas estas cualidades con amor.
Ahora, si hablamos de un dialogo entre tú y Dios, esto abarca una comunicación más abierta ya que estas reflexionando con Dios, habla con Dios con confianza y desahógate con Él, como si fuera tu amigo, tu mejor amigo. Esto es básicamente lo que Dios espera cuando hablemos con Él, cuando oramos.
El dialogo orante es una gran forma de comunicación, es muy abierta y que cualquiera puede usar para liberarse y poder tener el valor y la fuerza de continuar con día a día sintiéndote amado por ti, por Dios y por los demás.
Esta entrada me enseño a tomarme un tiempo para hablar conmigo y recapacitar sobre un tema o algo, buen trabajo
Muy buena entrada, me di cuenta que es muy importante hablar con nosotros mismos por lo menos unos cuantos minutos para así reflexionar sobre cosas de nuestro alrededor.
Es muy importante dedicarnos un tiempo a nosotros mismos para analizar lo que hemos hecho a lo largo del día. Muchas veces todos estamos tan ocupados pensando en el trabajo, la escuela, los hijos, la casa, gastos, etc. que nos olvidamos de Dios y de nosotros mismos. Explicaste muy bien cómo lograr una conexión con Dios y nosotros mismos.
Muy interesante lo que dices en esta entrada. Sin duda es parte indispensable del día conversar aunque sea 5 minutos con nosotros mismos y hacer un análisis o examen de conciencia. Es importante hacer una retroalimentacion del día, qué aprendí, cómo me sentí, ver mis errores y de qué manera los podría enmendar.
Muy buen trabajo Cesar!! Me enseñaste lo importante que es tomarnos un tiempo de nuestro día y hablar un rato con nosotros mismos. Sin duda un tema muy interesante.